Hace unos días, con motivo de la proximidad del Día Internacional de la Reanimación Cardiopulmonar (que se celebró el pasado 16 de Octubre), alguien me volvió a preguntar sobre un tema muy curioso: la auto-reanimación inducida por la tos. Y la pregunta venía a raíz de que, desde hace ya varios años, circula por la red una presentación multimedia, de difusión viral a través del correo electrónico, que anima a publicitar una técnica que explica cómo una persona que se encuentre sola puede identificar que está sufriendo un ataque cardiaco y evitar una parada cardiaca incipiente tosiendo enérgicamente.

A pesar de la simplicidad de las explicaciones vertidas y de lo increíble de la situación, el espectacular alcance obtenido a través de las redes sociales sugiere que la información ha sido dada por verídica por un nada despreciable número de personas a lo largo de todo el mundo. Además, en aras de otorgar credibilidad a la información, en la presentación se asegura que la técnica descrita proviene un artículo científico publicado en el número 240 del Journal of General Hospital Rochester.

Lo primero que puede llamar la atención de la presentación es que confunde la clínica de un síndrome coronario (dolor torácico opresivo irradiado al brazo y la mandíbula) con los pródromos de una parada cardíaca, que generalmente es súbita y sin sintomatología previa. La falta de rigurosidad en la descripción de las características clínicas del evento cardíaco ya debería hacer dudar del contenido del documento, y además, si se decide buscar el informe original en el que (supuestamente) se basa, en su lugar se localizará una nota del Rochester Regional Health System (Nueva York) desmintiendo explícitamente la existencia de tal artículo [1].

Pero al margen de estas irregularidades, aún cabe preguntarse qué de cierto hay en todo lo anterior…

En el año 1976 la revista JAMA publicó una serie de casos [2] donde ocho pacientes monitorizados a los que se les practicaba una angiografía coronaria fueron reanimados con éxito inmediatamente después de un episodio monitorizado de fibrilación ventricular al indicarles que tosieran de forma enérgica y continuada durante varios segundos. A pesar de que el efecto no se prolongó en ningún caso más de un minuto, pudo ofrecer un margen de tiempo suficiente para preparar el equipo de reanimación. Posteriormente, otros autores [3,4] notificaron situaciones similares con idénticos resultados en pacientes monitorizados con taquiarritmias letales, bradicardia extrema o asistolia.

Desde el inicio súbito de una arritmia letal pueden transcurrir algunos segundos hasta que se produce una pérdida total de la consciencia. El equipo de hemodinámica puede detectar inmediatamente el evento en los monitores electrocardiográficos e indicar con rapidez al paciente que tosa, produciéndose una elevación de las presiones intratorácicas e intraabdominales con capacidad para generar flujo circulatorio con una presión arterial incluso superior a la generada en un masaje cardiaco externo [2,5] y mantener así, al menos durante un tiempo limitado, la perfusión sanguínea cerebral.

Sin embargo, otros autores [6,7] han dudado de la existencia de movimientos circulatorios organizados durante la tos, justificando el aumento puntual de la presión arterial se debe a que el aumento de la presión intratorácica provoca el drenaje de las venas pulmonares al lado izquierdo del corazón, generando únicamente un flujo de sangre a través de la válvula aórtica.

En conclusión, y en respuesta al ingente número de citaciones y anécdotas relacionadas con este tema, la Asociación Americana del Corazón [8] también se pronunció al respecto indicando que:

  1. La técnica de auto-reanimación inducida por la tos podría tener utilidad en entornos controlados, como en salas de hemodinámica o en pacientes monitorizados, donde el personal sanitario puede identificar la arritmia letal antes de que la pérdida de consciencia de produzca e instar a toser al paciente mientras se prepara el tratamiento definitivo.
  2. La técnica de auto-reanimación inducida por tos no debería ser enseñada en los cursos de reanimación cardiopulmonar orientada a ciudadanos, ya que (a la vista de lo efímero de sus efectos) carece de utilidad en el ámbito extrahospitalario.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Rochester General Health System [sede Web] Nueva York; 2015. Important Notice: How to survive a heart attack when alone. Disponible en: www.rochestergeneral.org/centers-and-services/sands-constellation-heart-institute/patient-education/how-to-survive-a-heart-attack-when-alone
  2. Criley JM, Blaufuss JH, Kissel GL. Cough-induced cardiac compression: self-administered form of cardiopulmonary resuscitation. JAMA. 1976; 236: 1246-50
  3. Miller B, Lesnefsky E, Heyborne T, Schmidt B, Freeman K, Breckinridge S et al. Cough-cardiopulmonary resuscitation in the cardiac catheterization laboratory: Hemodynamics during an episode of prolonged hypotensive ventricular tachycardia. Cathet Cardiovasc Diagn. 1989;18:168-71
  4. Jafary FH. Cough-assisted maintenance of perfusion during asystole. Can J Cardiol. 2008;24(10):e76.
  5. Girsky MJ, Criley JM. Cough Cardiopulmonary Resuscitation Revisited. Circulation. 2006; 114: e530-e531
  6. Cohen A, Gottdiener J, Wish M, Fletcher R. Limitations of cough in maintaining blood flow during asystole: assessment by two-dimensional and Doppler echocardiography. Am Heart J. 1989;118(3):474-9.
  7. McLachlan CS, Yow SZ, Al-Anazi M, El Oakley RM. Letter by McLachlan et al regarding article, «Cough cardiopulmonary resuscitation revisited». Circulation. 2007;115(19):e460.
    American Heart Association [sede Web]. Cough CPR. Disponible en: http://www.heart.org/HEARTORG/Conditions/More/CardiacArrest/Cough-CPR_UCM_432380_Article.jsp.

 

 


Autoría: Sendoa Ballesteros.

Artículo con revisión editorial. No existen conflictos de interés en relación al presente artículo. Las opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva de los/las autores/as y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de los/las editores/as. Artículo bajo licencia de Creative Commons: Reconocimiento 4.0 Internacional.

Este documento debe citarse como: “Ballesteros S. Autorreaminación inducida por la tos: la historia de un mito [Internet]. Enfermería Activa del Siglo XXI: blog abierto; 16 de octubre de 2021. Disponible en: www.enfermeriaactiva.com”

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