Entramos en octubre, el «mes rosa», y como todos los años se iniciará la batalla mediática contra el cáncer de mama. El día 19 de octubre de cada año se celebra el DÍA MUNDIAL CONTRA EL CANCER DE MAMA. Todo un alarde de acciones informativas y sensibilización alrededor de, posiblemente, la patología más mediatizada en lo que llevamos de Siglo XXI. Desde programas especiales y artículos especiales en la prensa hasta carreras populares, pasando por el “tintado de rosa” de multitud de productos comerciales (incluso de aquellos potencialmente cancerígenos, en un proceso de lavado de imagen que ya tiene propio nombre: pinkwashing).

Durante este mes no será difícil escuchar un número nada despreciable de mensajes dirigidos a las mujeres sobre la prevención del cáncer de mama. Lo cierto es que sobre esto hay mucho de qué hablar, pero entre todo, una de las cosas que más siguen llamando la atención es el consejo incuestionable de la autoexploración de mama como medida (complementaria) de diagnóstico precoz. «La autoexploración mamaria es vital para el diagnóstico precoz del cáncer de mama«, alertaban algunos medios durante la campaña rosa años pasados. Campañas de nombres llamativos e incluso ridículos (promovidas en su mayor parte por la industria o corporaciones de entidad privada) animan, cada año por estas fechas, a la autoexploración (el año pasado, teníamos la campaña “Toca tus magdalenas”, organizada por una empresa de bollería industrial).  Este año, se continúa con la dinámica mediante otras iniciativas similares, como “No olvides tocarte”, para motivar el autoexamen.

 

AUTOEXPLÓRATE O MUERE

Algunos de los mensajes que se lanzan son claros y contundentes. No deja lugar a duda ni alternativa posible: «Vamos a intentar llegar al máximo número posible de mujeres que no están afectadas, pero que mañana podrían detectar de manera precoz esta enfermedad lo que podría ser la diferencia entre terminar con un tratamiento de un par de años o, de lo contrario, formar parte de las 6.000 mujeres que cada año nos dejan”, decía una asociación de mujeres en 2018 en Castilla la Mancha. El mensaje se podría resumir con un “autoexplórate o podrías morir”. Ni más, ni menos.

Otros slogans, como el de la foto, optaron (en un pasado reciente) por mensajes duros y paternalistas donde, de una manera velada, se culpabiliza a quienes no acatan el consejo de autoexplorarse cada mes, «porque tu salud no es un juego».

La autoexploración mamaria ha sido promovida durante muchos años como método recomendable orientado a la detección precoz de cáncer de mama (generalmente como complemento a las revisiones mamográficas bienales), en aras de disminuir su morbilidad y mortalidad. Sin embargo, la autoexploración posiblemente sea una técnica más alabada que arraigada en la población española. Y tal vez por eso, de una manera más o menos regular, es posible toparse con campañas de sensibilización de este u otro tipo. Lo más probable es que durante el mes de octubre recibamos (sin buscarlo) algún consejo mediático en esta línea. Pero seguramente pocos nos adviertan de que la técnica de la exploración mamaria carece de cualquier aval científico y que su recomendación está fuertemente controvertida.

 

EL ESTUDIO DE LA COCHRANE: EL INICIO DEL DEBATE

En la literatura médica existen dos únicos grandes ensayos clínicos bien diseñados que hayan evaluado el impacto de la autoexploración en la salud de las mujeres, realizados en Rusia (1985) y Shanghai (1989) con un seguimiento de 10 años. La Cochrane Collaboration (una organización sin ánimo de lucro que reúne a más de 30.000 investigadores de ciencias de la salud en más de 90 países que aplican un riguroso y sistemático proceso de revisión de las intervenciones en salud) fue la encargada de evaluar críticamente estos dos estudios. La Cochrane Collaboration analizó en conjunto el seguimiento de 388.535 mujeres distribuidas en dos grupos de igual tamaño en el que uno practicó la autoexploración y el otro no (grupo control). Ni los datos combinados en el metanálisis, ni los estudios individuales mostraron diferencias en resultados de mortalidad por cáncer de mama en ambos grupos (autoexploración vs control). Sin embargo, sí objetivo que casi el doble de biopsias realizadas en el grupo de mujeres sometidas a autoexploración recibió un resultado negativo (es decir, se duplicó el número de falsos positivos, un efecto adverso nada despreciable).

La revisión de la Cochrane atestiguó que no existía un efecto beneficioso de la detección sistemática mediante autoexploración mamaria, pero sí apreciaba un mayor perjuicio debido al aumento del número de biopsias realizadas por lesiones benignas. A la luz de esos datos, concluyó que “no se podía recomendar la autoexploración mamaria como medida de detección precoz”.

 

¿QUÉ DICEN LAS RECOMENDACIONES CIENTÍFICAS?

A la luz de estos datos, las recomendaciones actuales de las sociedades científicas de todo el mundo, se orientan en la misma línea de la Cochrane. Así, la Sociedad Canadiense Contra el Cáncer y la Canadian Task Force on Preventive Health Care recomiendan no alentar a las mujeres a que se realicen autoexploraciones. Aunque de manera menos taxativa, la Asociación Americana Contra el Cáncer y la Preventive Service Task Force de Estados Unidos también han abogado por dejar de recomendar la autoexploración de mama como medida de prevención. Si bien, dejan abierta la opción a las preferencias individuales de las mujeres, especialmente cuando existe un riesgo elevado de padecer cáncer de mama.

En España, el programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud (PAPPS) no se pronuncia de forma explícita sobre la recomendación o no de autoexplorarse, aunque se hace eco de las conclusiones de las fuentes anteriores.

En el otro lado del ring, la Organización Mundial de la Salud (OMS), aun consciente de los resultados de la evidencia científica a este respecto, continúa recomendando la realización de la autoexploración, pero más como estrategia de empoderamiento que como medida de prevención. Se trata de un posicionamiento que, para algunos críticos, resulta difícil de digerir: «No hay datos acerca del efecto del cribado mediante autoexploración mamaria. Sin embargo, se ha observado que esta práctica empodera a las mujeres, que se responsabilizan así de su propia salud. En consecuencia, la OMS recomienda la autoexploración para fomentar la toma de conciencia entre las mujeres en situación de riesgo, más que como método de cribado«.

 

TÓCATE, CONÓCETE. PERO QUE NO SEA POR MIEDO AL CÁNCER

Conocer nuestro cuerpo y permanecer atentos a los cambios que se producen en él puede ser una forma de reconocer precozmente signos de alarma de muchas enfermedades (como el cáncer de mama). Pero con ninguna evidencia científica que justifique la autoexploración regular ni ninguna sociedad científica que la incluya en sus recomendaciones de prevención, resulta muy difícil justificar las campañas de sensibilización y formación sobre autoexploración de mamas orientada a mujeres sanas con bajo riesgo. ¿Acaso tiene sentido invertir tantos esfuerzos y recursos en promocionar (de una manera tan contundente) algo que no aporta valor (y sí efectos adversos) a la salud de las mujeres? Seguramente ninguno, pero la creencia resulta tan fuerte que alertar frente a la autoexploración se ha convertido en una dura lucha contra los elementos…

 

BIBLIOGRAFÍA

  • Kösters JP, Gøtzsche PC. Regular self-examination or clinical examination for early detection of breast cancer. Cochrane Database Syst Rev. 2003;2003(2):CD003373. Acceso el 29/10/2020. Disponible en https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD003373/full
  • Klarenbach S, Sims-Jones N, Lewin G, Singh H, Thériault G, Tonelli M, Doull M, et al; Canadian Task Force on Preventive Health Care. Recommendations on screening for breast cancer in women aged 40-74 years who are not at increased risk for breast cancer. 2018 Dec 10;190(49):E1441-E1451. Acceso el 29/10/2020. Disponible en https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30530611/
  • Siu AL, on behalf of the U.S. Preventive Services Task Force. Screening for Breast Cancer: U.S. Preventive Services Task Force Recommendation Statement. Ann Int Med 2016;164(4):279-297. Acceso el 29/10/2020. Disponible en https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26757170/
  • WHO. Cancer control: knowledge into action: WHO guide for effective programmes: early detection. 2007.

 

 


Autoría: Sendoa Ballesteros.

Artículo con revisión editorial. No existen conflictos de interés en relación al presente artículo. Las opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva de los/las autores/as y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de los/las editores/as. Artículo bajo licencia de Creative Commons: Reconocimiento 4.0 Internacional.

Este documento debe citarse como: “Ballesteros S. Autoexploración de mama: una medida sin argumento convertida en estandarte [Internet]. Enfermería Activa del Siglo XXI: blog abierto; 19 de octubre de 2020. Disponible en: www.enfermeriaactiva.com”

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