El objetivo de esta entrada es hacer una reflexión sobre la profesión enfermera, entendiendo su evolución a lo largo de los años y fomentando la ciencia y la consciencia para su desarrollo como ciencia del cuidado. Lo que aquí expongo es fruto de mi experiencia de vida y profesión, su único propósito es aportar valor y trascendencia a la enfermería, por lo que de antemano pido disculpas si alguien siente que no va acorde con su ética y valores profesionales.

De todas es conocida la historia de la enfermería y sus orígenes tradicionalmente asociados al entorno femenino, a su rol de cuidado en la sociedad y a su estrecho vínculo con los dogmas religiosos. Es de esperar, teniendo en cuenta estos cimientos, que el desarrollo de la ciencia del cuidado se haya visto ralentizado y condicionado, enlenteciéndose más de lo que cualquier otra ciencia lo haya hecho hasta hoy en día. Por otro lado, y para entender bien la visión actual de la enfermería, también es necesario tener en cuenta otros factores relacionados con ella y que han podido agudizar este lento desarrollo, como por ejemplo, su masivo desempeño en organizaciones públicas y lo que ello implica, siendo en algunos aspectos favorecedores y en otros no tanto.

Partiendo de esta realidad histórica-social-cultural y enfocándonos hacia el presente, es fácil darse cuenta cuál es a nivel general la percepción extendida sobre la enfermería como profesión y que en muchos casos apenas es conocida como ciencia. Tan sencillo como hacer un pequeño sondeo en nuestro entorno personal o teclear en Google, competencias, funciones, roles… que desempeñan las enfermeras. Lo que se puede encontrar no es ni por asomo aquello que nos representa; ¿quién no ha escuchado en su entorno frases hechas citando a las enfermeras que muchas veces terminan con aire jocoso?; ¿quién no ha visto imágenes en internet, rancias, estereotipadas, hipersexualizadas de la profesión?… Y si se profundiza un poco más para hablar del valor de la profesión e importancia para la sociedad, los estándares a los que la enfermería se enfrenta quedan muy por debajo de lo que la realidad enfermera representa verdaderamente para la sociedad actual.

Además de todo esto, hay que añadir que hablar de enfermeras y enfermería dirige a la mente de los mortales a un lugar donde es poco cómodo estar, donde muchos pensamos que nunca nos va a tocar estar, y porque no decirlo, nos lleva al hastío y aburrimiento que erróneamente nos han hecho pensar que envuelve al cuidado de nuestra salud.

Ante este panorama tan poco halagüeño parece claro que las enfermeras tenemos una realidad de hecho y concepto que no nos favorece. Sin embargo, quiero pararme aquí y reflexionar. Reflexionemos sobre nuestra propia imagen y creencia al respecto de la enfermería como profesión y ciencia. A priori tarea fácil, pero que si profundizamos en ella quizá podamos encontrarnos en un escenario algo confuso y contradictorio con nuestra idea inicial de la profesión; ¿cómo veo el rol enfermero en la Organización en la que desempeño mis competencias?, ¿y en la sociedad?, ¿cómo veo el desarrollo de la profesión?, ¿cómo me veo yo como enfermera dentro del equipo de salud? Esta imagen, que para cada una de nosotras pueda ser diferente, tiene una importancia radical y exponencial en el desarrollo de la profesión.

Lo que nos decimos a nosotros mismos son los pensamientos que determinan nuestras emociones y en gran medida las acciones que emprendemos. Estos pensamientos no son elegidos al azar por nuestra mente, sino que están dirigidos por unos esquemas, creencias o reglas que están situados en un plano más profundo y que son los que verdaderamente marcan nuestras decisiones y actuaciones. Si nos paramos a observar las cosas que hacemos, nos daremos cuenta de que muchas de ellas las hacemos de forma automática, ni siquiera las pensamos, puesto que están influidas directamente por nuestra forma de pensar como de creer, de lo que somos y no somos capaces, es decir por nuestras creencias.

Decía Henry Ford “Si crees que puedes tienes razón, si crees que no puedes también tendrás razón”.

Con el paso de los años me he dado cuenta de que uno de los grandes retos en la vida consiste en cambiar el “proyector” (la mente) y no empeñarnos en cambiar lo “proyectado” (la realidad), una difícil tarea, ya que nuestra mente racional condicionada y que es parte del problema nos va a hacer creer que lo que estamos haciendo no tiene sentido y supone una gran pérdida de tiempo. No hay nada más alejado de la realidad, nuestra mente racional está programada para ahorrar energía, y cambiar de creencias y pensamientos es una tarea que precisa de mucha, pero quien no gestiona sus pensamientos y emociones tampoco sabe gestionar su VIDA.

La enfermería como disciplina avanza en un entorno imparable, adaptándose a los múltiples y rápidos cambios sociales, culturales y tecnológicos, y floreciendo en su desarrollo como ciencia del cuidado de la salud. Forjando progresos en el ámbito de la investigación, de la formación y especialización, consiguiendo presencia de las enfermeras en gestión y liderazgo, e incluso llegando al ámbito político, aunque sea a cuentagotas. Desde aquí os invito a reflexionar y aportar a la ciencia nuestra tan necesaria consciencia como semilla de nuestros pensamientos y motor de nuestras acciones y para contribuir al desarrollo nuestra Ciencia, la del cuidado.

¡No se me ocurre nada más importante en la vida que atender al cuidado y las necesidades de Salud de las personas!

Creo firmemente que las enfermeras somos el motor y engranaje de cualquier sistema sanitario, pieza clave, presencia y valor humano sin precedentes. Hemos adquirido la capacidad de tener una visión integral de las personas y estamos formadas en competencias tan relevantes para el ser humano como detectar sus necesidades de Salud y poner en marcha acciones para satisfacerlas.

Que nuestra valía germine en el pensamiento será el impulso que nos haga volar.

 

 


Autoría: Cristina Vaamonde. Editor responsable: Gorka Vallejo.

Artículo con revisión editorial. No existen conflictos de interés en relación con el presente artículo. Las opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva de los/las autores/as y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de los/las editores/as. Artículo bajo licencia de Creative Commons: Reconocimiento 4.0 Internacional.

Este documento debe citarse como: “Vaamonde, C. Enfermería con ciencia y consciencia [Internet]. Enfermería Activa del Siglo XXI: blog abierto; 13 de febrero de 2023. Disponible en: www.enfermeriaactiva.com”

 

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