¿QUÉ ES LA SILVER ECONOMY?
El concepto ‘Silver Economy’ o ‘economía plateada’ es para muchas personas un gran desconocido, aunque bien es cierto que la gran mayoría lo asocia a términos como demografía, dependencia, cronicidad o enfermedades pluripatológicas.
A pesar de lo que pueda parecer, la Silver Economy no es un concepto tan nuevo como podemos creer, ya que data alrededor de los años 70 en la cultura japonesa (APD, 2022) y se centra en la economía o en el mercado que las personas con edad superior a 50 años generan (algunos autores establecen el corte en los 55 años). En definitiva, es un mercado en auge que se centra en atender las necesidades y expectativas de las personas mayores (y no tan mayores, en vista de las edades de corte mencionadas).
No obstante, es preciso destacar que la economía plateada no se dirige únicamente a las personas con necesidades de atención -personas con enfermedades o en situación de dependencia-, sino que también hablamos de personas mayores activas e, incluso, de personas mayores laboralmente activas. Pensemos, por ejemplo, en las empresas que ofrecen actividades deportivas, culturales o de ocio para estos perfiles totalmente autónomos.
En definitiva, podríamos resumir la Silver Economy como la economía que se genera alrededor del colectivo sénior, cuyo crecimiento es exponencial como bien es sabido. A modo de ejemplo, y centrándonos exclusivamente en el subcolectivo de personas con algún tipo de necesidad de cuidados, ya hay perfiles expertos que estiman que, para el año 2050, se duplicará el número de personas usuarias de ayudas a la dependencia, alcanzando el gasto en cuidados al 3% del PIB en dicho año (Moncloa, 2021).
¿QUÉ OCURRE EN EUSKADI?
El territorio de Euskadi siempre se ha caracterizado por ser un territorio a la vanguardia de las innovaciones y al acecho de los últimos avances en el sector, por lo que en este ámbito no podía ser de otra manera. Por ello, en Euskadi se ha identificado un nicho de oportunidad en relación con la Silver Economy. Ejemplo de ello es la firme apuesta que se observa tanto desde las instituciones públicas como desde el sector privado.
En el primero de ellos, las Diputaciones Forales de Bizkaia y Gipuzkoa han impulsado en los últimos años proyectos estratégicos como pueden ser el NIC (Nagusi Intelligence Center) o Adinberri Fundazioa, respectivamente.
Respecto al sector empresarial, por un lado, han surgido empresas o start-ups pioneras que han apostado por vincular su modelo de negocio a este mercado y, por otro lado, las empresas consolidadas en el territorio han creído conveniente “subirse al carro” y adaptar su cartera de servicios añadiendo servicios y/o productos orientados a este sector.
En el fondo y, de forma sucinta, se trata de, por un lado, mejorar la atención, y ofrecer nuevos productos y servicios para las personas mayores y, por otro lado, favorecer el impulso económico a través de este sector de actividad. No deja de ser un mercado o un sector que pone el foco en las necesidades y expectativas reales de las personas mayores, considerando la gran variedad de perfiles que lo componen.
LA SILVER ECONOMY DESDE UN ENFOQUE DE ATENCIÓN SOCIOSANITARIA
Ahora bien, cuando hablamos de la Silver Economy y la orientamos a los cuidados de larga duración, es indispensable hablar de dos sectores diferentes, pero absolutamente complementarios y sinérgicos entre sí: el sector de servicios sociales y, por otro lado, el sector sanitario.
Este ámbito sociosanitario se caracteriza por su complejidad, con un numeroso y heterogéneo conjunto de agentes del ámbito público, privado y del tercer sector que interoperan entre sí. La tecnología, por tanto, puede ser una gran aliada a la hora de integrar distintos servicios, compartir información de interés y ofrecer nuevas alternativas de atención a las personas, como complemento a la atención presencial que venimos prestando en la actualidad.
Para que este engranaje de atención sociosanitaria y cuidados de larga duración funcione correctamente, resulta fundamental poner a disposición de las familias y de los profesionales soluciones que posibiliten la atención y la comunicación remota y que integren y exploten información relevante para las distintas partes involucradas. Por este motivo, muchas organizaciones e, incluso, administraciones públicas, están empezando a hacer uso de la tecnología como complemento de los cuidados o atención ofrecidos.
Tal y como destacan varios estudios poblacionales (Fundación La Caixa, 2021) acerca de las necesidades y expectativas de las personas mayores, a la mayoría de ellas les gustaría seguir viviendo en sus hogares, siempre que su situación sanitaria y vivencias personales así se lo posibilitaran. Por esa misma razón, está al alza la utilización de la tecnología para impulsar la permanencia en el hogar; ejemplo de ello es el servicio etxeTIC de la Diputación Foral de Bizkaia, donde el aporte de valor añadido redunda, fundamentalmente, en la utilización de la tecnología como complemento de los cuidados, para impulsar la permanencia en el hogar de las personas.
Es importante resaltar el concepto de ‘complemento’, ya que muchas veces se ha cuestionado la utilización de la tecnología. Debemos dejar claro que no podemos sustituir los cuidados y el contacto personal con el uso de la tecnología; en tal caso estaríamos incurriendo en la deshumanización de los cuidados de larga duración y no es el fin del uso de la tecnología, tal y como la entendemos.
Así mismo, la tecnología puede ser utilizada para favorecer la coordinación entre los distintos prestadores públicos y privados. En situaciones de atención sociosanitaria es indispensable poder contar con equipos multidisciplinares e interdisciplinares que actúen de manera ágil, coordinada y eficaz a cada una de las necesidades que el paciente o la persona usuaria requiera (como por ejemplo dar respuesta con la prestación o alquiler de ayudas técnicas a una persona que acaba de sufrir un ictus).
En definitiva, la atención sociosanitaria —desde el prisma de la Silver Economy— tiene como objetivo principal mejorar la calidad de vida de las personas, pero a su vez persigue unos objetivos subsidiarios como son: por un lado, mejorar la calidad asistencial dando respuesta a las necesidades de las personas con una comunicación rápida y fluida entre las y los profesionales que las atienden y, por otro lado, optimizar los recursos existentes (asistenciales, organizativos, humanos…) necesarios para poder atender adecuadamente a las personas que se encuentren en el espectro de la atención sociosanitaria.
Por este motivo, los distintos agentes públicos y privados que orbitan en torno a la atención sociosanitaria pueden ver en la Silver Economy y en las innovaciones tecnológicas un gran aliado a la hora de rediseñar los servicios del presente y de definir los de un futuro muy cercano, considerando que son un complemento y un fantástico acelerador para abordar las transformaciones sistémicas que el sector necesita.
BIBLIOGRAFÍA
Silver Economy: el nuevo consumo de la tercera edad [Internet]. Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) España. 2019 [citado el 17 de noviembre de 2022]. Disponible en: https://www.apd.es/silver-economy-consumo-tercera-edad/
España 2050: Fundamentos y propuestas para una Estrategia Nacional de Largo Plazo. Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia del Gobierno de España. 2021 [citado el 17 de noviembre de 2022]. Disponible en: https://www.lamoncloa.gob.es/presidente/actividades/Documents/2021/200521-Estrategia_Espana_2050.pdf
Cuidar como nos gustaría ser cuidados/as: resultados de la Encuesta sobre cuidados [Internet]. Fundación La Caixa. [citado el 22 de noviembre de 2022]. Disponible en: https://fundacionlacaixa.org/documents/10280/566144/resumen_encuesta_es.pdf/95a844c8-
Autoría: Álvaro Molinero y Mikel Palazuelos. Editora responsable: Arantxa Picón.
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Este documento debe citarse como: “Molinero, A; Palazuelos, M. Silver Economy e impulso de la atención sociosanitaria [Internet]. Enfermería Activa del Siglo XXI: blog abierto; 28 de noviembre de 2022. Disponible en: www.enfermeriaactiva.com”